domingo, 21 de febrero de 2010

LA ORACIÓN ES SANA PARA EL CUERPO, LA MENTE Y EL ESPÍRITU...

Hace algunos años , la revista Cuerpo Mente, saco un monográfico especial , el número 12 titulado : EL GRAN LIBRO DE LA RELAJACIÓN, en el se decía que venia las mejores técnicas anti-estrés, y dentro de esas técnicas venia un artículo titulado: REZAR ES SALUDABLE, decía que es una forma de apertura a algo más grande y de poner paz dentro de uno mismo. Para mi sorpresa me dio mucha alegría que con valor hablara de un tema que muchas personas la olvidan como una técnica especial para el cuerpo, la mente y el espíritu, ya que soy un prácticante de la oración y del ayuno.

Decía este articulo que :

" La oración es una forma de encauzar el gran caudal de energía que existe dentro y fuera de nosotros. Sin embargo, es evidente que la oración no "vende" mucho en la actualidad.

Podría parecer que la oración nace de la necesidad de una debilidad del temor, pero la oración más que un impulso irracional, es un modo de reafirmar los anhelos de bienestar , de dotarlos de dirección y fuerza para que afecten positivamente a nuestra vida.

Afirmaciones que expresan y refuerzan aspiraciones íntimas como "quiero tener una casa propia" , ¡necesito un amor!, ¡voy a salir de ésta!, no dejan de ser formas sútiles de plegaria que sólo se diferencian de la oración clásica en l
o que se pide y a quién se dirige.

La palabra plegaria viene del latín precarius: conseguido a fuerza de ruegos.
Lo esencial es que sean expresiones vivas y afectiva de los anhelos más intimos.

La oración más poderosa es aquella en la que no se piden resultados, en la que la persona se suelta y se rinde a una realidad superior."

Sugerencias que dice dicho articulo en un apartado llamado UN BIEN AL ALCANCE DE TODOS:

-Elige un lugar agradable y tranquilo, un rincón de tu casa, de la naturaleza, etc.

-Siéntate o ponte de rodillas con un cojín en una posición cómoda, pero que no te produzca adormecimiento.

-Observa la respiración unos minutos y adopta una actitud de recogimiento.

-Elige un motivo para la oración: unirte a la presencia que te inspire, desarrollar tu potencial , conseguir la paz...

-Invoca la presencia de esa fuente y reconoce y admira las cualidades que personifica (verdad, amor...) hasta que sientas cómo realmente calienta tu corazón. Abrete a esa presencia.

-Siente que te observa con benevolencia y que te comprende totalmente.

-Expresa lo que sientas.

-Cuando te hayas expresado, siente que recibes la gracia o las cualidades a que aspiras.

-Ahora la fuente de poder forma parte de ti. Déjate impregnar de ese sentimiento.

-Recuerda tu motivación para orar y alégrate de haber plantado una semilla de plenitud en ti.

-Al acabar, no te levantes brusca ni inmeditamente, deja que la experiencia te impregne.

-Recuerda que lo más importante es llevar esa inspiración a tu vida cotidiana.

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