El trabajo sedentario, la falta de ejercicio, el exceso de peso y profesiones que obligan a estancias prolongadas de pie, son causas que generan molestias ocasionadas por convulsiones de sangre en la piernas. Estas convulsiones pueden ser debidas a que los vasos sanguíneos han perdido su elasticidad a consecuencia de tensiones duraderas y ello dificulta aún más el riego sanguíneo del corazón.
También durante el embarazo es frecuente que las piernas sufran, especialmente en el último trimestre. Piernas cansadas, hinchadas y molestas... La circulación se dificulta y es muy común que se produzca retención de líquidos, lo que hace que la embarazada se sienta incómoda.
En el caso de la edad, a mayor edad mayor posibilidad de tener mala circulación y que ésta esté más agravada. El sexo también influye, puesto que se presenta con mayor incidencia en las mujeres que en los varones, siendo el doble de veces más frecuente la aparición de problemas circulatorios en las primeras que en los segundos.
Las características más comunes de las alteraciones producidas por la mala circulación en nuestras piernas son:
- hinchazón de las piernas, de los pies o de la zona de los tobillos que empeora durante el día, y se hace más intenso al anochecer;
- cede con el reposo y la elevación de las extremidades inferiores;
- empeora con el calor y mejora con el frío.
ALGUNOS CONSEJOS
- Una dieta equilibrada es también un factor importante a tener en cuenta. Debe ser rica en fruta, la cual contiene flavonoides que ejercen una acción vasoconstrictora.
- Descansar con las piernas en alto, no permanecer durante largo tiempo de pie, sentado o con las piernas cruzadas.
- Procurar no llevar ropa o calzado ajustados.
- Alternar los períodos de agua tibia/fría durante la ducha.
- Practicar algún ejercicio físico como el caminar.
- En cuanto a los tratamientos orales, van destinados a dos fines: por un lado a aumentar la resistencia de las venas capilares mejorando así el tono venoso y la velocidad del flujo sanguíneo, y por el otro eliminar líquidos acumulados activando el drenaje linfático.
EJERCICIOS PARA TUS PIERNAS
Es conveniente que el paciente con piernas cansadas haga ejercicios que le ayuden a activar la circulación y favorezcan el retorno venoso. Entre ellos destacamos: la natación, el yoga, el ciclismo y sobre todo paseos cortos y frecuentes.
Otros ejercicios para hacer en casa:
- andar de puntillas.
- mover los dedos de los pies.
- apoyarse alternativamente sobre las puntas de los pies y sobre los talones.
- mover las puntas de los pies hacia fuera y hacia adentro.
- tumbarse y separar las piernas tanto en horizontal como en vertical.
Cuando a pesar de cuidar nuestros hábitos, persiste la sensación de piernas cansadas, se puede probar con algún tratamiento basado en plantas medicinales o complementos alimenticios especialmente indicado para prevenir y aliviar las consecuencias de un problema circulatorio.
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