" El mal tiempo no existe, el problema consiste en no vestirse adecuadamente ".
Esta afirmación se ajusta por completo a la práctica de caminar , un deporte al aire libre. No deberíamos renunciar a caminar salvo que estuviera diluviando, las temperaturas fueran extremas o que los valores de ozono fueran elevados.
Caminar es una práctica que no exige para su disfrute de ningún equipo extraordinario.
Si, por ejemplo, no podemos caminar más que durante la hora de descanso del mediodia o en el camino hacia ( o de vuelta ) del trabajo, sería aconsejable vestir una ropa suelta, que nos permita movernos con libertad y con la que nos sintamos a gusto. Son adecuadas las prendas ligeras de algodón.
Respecto a los zapatos , en la práctica diaria de caminar está permitido casi todo, excepto los zapatos con mucho tacón, mientras que en el ejercicio deportivo de caminar son necesarios zapatos con una buena aireación.
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