En el transcurso de la historia, el arroz se ha considerado como un símbolo de prosperidad. En algunas culturas se deja caer sobre parejas recién casadas como un augurio de fertilidad y abundancia. El grano de la planta Oryza sativa, mejor conocido como arroz, se cultiva en tierras chinas desde hace más de 5.000 años y está presente en las mesas del mundo.
En la gastronomía internacional, el arroz es protagonista de recetas emblemáticas. En Italia, es la materia prima de los risottos, arroces cremosos en los que se hace acompañar de ingredientes como los calamares o los champiñones. En España, condimentado con azafrán, es la estrella absoluta de la conocida paella. En Asia, se hace notar en los rolls de sushi, el arroz cantonés y en varios platos indios y tailandeses. En Latinoamérica destaca en el arroz con pollo, el pabellón venezolano y el popular arroz con habichuelas de Puerto Rico, entre muchos otros platos. También ha sido empleado en postres —como el clásico arroz con leche— y en bebidas como la versión mexicana de la horchata, la chicha y la nutritiva crema de arroz.
En la belleza y el cuidado de la piel, el arroz también ha puesto sus granitos. Su polvo se considera útil para aliviar el acné y algunos tipos de irritación cutánea, como la que produce en los bebés el roce de los pañales. En Japón, las mujeres empolvaban sus rostros con polvo de este cereal. Recientemente, el diario chileno El Mercurio resaltó algunas de sus bondades como ingrediente de productos cosméticos: la proteína de arroz hidrolizada permite reducir el impacto de los tratamientos químicos y de la contaminación atmosférica sobre el cabello, pues tiene atributos restauradores sobre las hebras y funciona como un sustituto vegetal de la queratina. Por otra parte, el agua de arroz reduce los poros y el exceso de producción sebácea. La cascarilla de este cereal funciona como exfoliante y remueve las impurezas y células muertas, mientras que los péptidos del arroz nutren, reafirman y alisan la piel.
En la salud, el arroz se considera un regulador intestinal por su fácil digestión. Su agua se usa para combatir la diarrea y para rehidratarse en casos de afecciones gastrointestinales. Por su alto contenido de fibra —sobre todo en el arroz integral— es ideal para combatir el estreñimiento y reducir el exceso de colesterol. El basmatí, es muy bueno para la retención de líquidos.
Al comprarlo, es necesario valorar el aspecto general del grano, la forma, el tamaño y el grado de limpieza, cerciorándose de que los granos no tengan motas y no estén oscuros ni partidos. El arroz debe guardarse en un envase hermético en lugar fresco y seco, y una vez cocido, debe refrigerarse si va a ser consumido más adelante para evitar la proliferación de bacterias.
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