Sabes que es uno de los ejercicios más sencillos y, a la vez, más completos. Pero la fuerza de voluntad no siempre te acompaña y, al final, tus intenciones de caminar al menos 20 minutos al día, no siempre se cumplen. Toma nota de estos tres sencillos trucos que pueden ayudarte a incorporar este hábito en tu rutina diaria.
1. Es importante no tomarlo como una obligación, sino como un hábito placentero y saludable: una buena opción es caminar en compañía de otra persona o de tu perro, llevarte el mp3 con una selección de tu música favorita...
2. Busca el mejor momento. No hay duda de que en verano, cuando los termómetros se disparan, lo más placentero es caminar a primera hora de la mañana o cuando cae el sol. En cambio, en invierno es muy saludable salir al mediodía para aprovechar los momentos de sol. La exposición a los rayos es necesaria para que el organismo pueda elaborar la vitamina D, imprescindible para la absorción del calcio.
3. Si tienes la agenda más que ocupada y de verdad te falta tiempo para dar largos paseos, organízate para ir o volver del trabajo andando, vete caminando a una tienda o al cine, etc.
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