Un gesto de apoyo Carrera de fondo para ayudar a una joven enferma( por el Diario de Cádiz, edición San Fernando).
Una marcha solidaria de 340 kilómetros
La familia de la joven Yasmina Alcolea, afectada por la Ataxia de Friedrich, consigue los fondos para costear su tratamiento
A.R. / SAn Fernando | Actualizado 16.10.2009 - 09:02
Guisado, en el transcurso de su recorrido por el colegio del Liceo.
El atleta, atendido tras su llegada a meta.
Yasmina Alcolea Rosas es una joven isleña de 18 años de edad a la que hace ocho los médicos le diagnosticaron Ataxia de Friedrich, una rara enfermedad degenerativa del sistema nervioso. Sus padres han emprendido una campaña con el objeto de recaudar fondos para costear su tratamiento en Alemania. Necesitaban 31.000 euros para pagar las primeras sesiones. Esperan que no hagan falta más. Y lo han conseguido. La próxima semana, la joven Yasmina viajará a Alemania para someterse al tratamiento. Sus padres han mostrado públicamente su agradecimiento ante el apoyo que han recibido al solicitar ayuda.
Una de estas muestras de solidaridad más llamativas se pudo ver ayer en el patio del colegio Liceo Sagrado Corazón, donde la comunidad educativa, junto a la familia de Yasmina, al alcalde, Manuel de Bernardo y otros miembros de la Corporación, recibieron al atleta extremeño Jonathan Guisado. Con el propósito de recabar apoyos para el tratamiento de Yasmina, este joven aunque experimentado fondista había emprendido una marcha desde su pueblo natal, Zalamea de la Serena (Badajoz), hasta La Isla que emprendió el pasado lunes. Una distancia de 340 kilómetros que tuvieron como meta el Liceo, donde fue aclamado por los alumnos a su llegada.
Fue un acto emotivo que, sin embargo, tuvo que suspenderse ante el desmayo del atleta. Pudo terminar la carrera pero nada más llegar, el calor y el enorme cansancio pudieron con él. Cayó en redondo en pleno acto de recepción y tuvo que ser trasladado en ambulancia hasta el hospital de Cádiz por los voluntarios de Protección Civil.
Afortunadamente, sólo se trataba de cansancio. Por la tarde, después de almorzar, regresó al colegio donde, finalmente, la comunidad educativa pudo hacerle entrega de los recuerdos que tenía previsto en agradecimiento a la colaboración prestada. E padre de Yasmina, Agustín, incluso acudió al hospital a interesarse por su estado de salud. Posteriormente, mostró su gratitud ante el gesto solidario del fondista Jonathan Guisado, uno de los pioneros -dijo- en ayudar a su hija.
El atleta, de 23 años, lleva recorridos más de 800 kilómetros en un sólo trimestre. Los médicos le habían desaconsejado que emprendiera una nueva marcha.
Una de estas muestras de solidaridad más llamativas se pudo ver ayer en el patio del colegio Liceo Sagrado Corazón, donde la comunidad educativa, junto a la familia de Yasmina, al alcalde, Manuel de Bernardo y otros miembros de la Corporación, recibieron al atleta extremeño Jonathan Guisado. Con el propósito de recabar apoyos para el tratamiento de Yasmina, este joven aunque experimentado fondista había emprendido una marcha desde su pueblo natal, Zalamea de la Serena (Badajoz), hasta La Isla que emprendió el pasado lunes. Una distancia de 340 kilómetros que tuvieron como meta el Liceo, donde fue aclamado por los alumnos a su llegada.
Fue un acto emotivo que, sin embargo, tuvo que suspenderse ante el desmayo del atleta. Pudo terminar la carrera pero nada más llegar, el calor y el enorme cansancio pudieron con él. Cayó en redondo en pleno acto de recepción y tuvo que ser trasladado en ambulancia hasta el hospital de Cádiz por los voluntarios de Protección Civil.
Afortunadamente, sólo se trataba de cansancio. Por la tarde, después de almorzar, regresó al colegio donde, finalmente, la comunidad educativa pudo hacerle entrega de los recuerdos que tenía previsto en agradecimiento a la colaboración prestada. E padre de Yasmina, Agustín, incluso acudió al hospital a interesarse por su estado de salud. Posteriormente, mostró su gratitud ante el gesto solidario del fondista Jonathan Guisado, uno de los pioneros -dijo- en ayudar a su hija.
El atleta, de 23 años, lleva recorridos más de 800 kilómetros en un sólo trimestre. Los médicos le habían desaconsejado que emprendiera una nueva marcha.
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