jueves, 29 de octubre de 2009

LA PACIENCIA ES SALUDABLE

El valor de la paciencia
Justamente la responsabilidad es el talón de Aquiles de nuestra época, dominada por la búsqueda de satisfacciones inmediatas. La cultura del consumo sitúa el deseo fugaz como centro de nuestro sistema económico; tal vez por eso la paciencia es un valor en peligro de extinción.
Dos generaciones atrás, aunque las parejas estuvieran condicionadas por un rígido sistema moral, aplicaban la paciencia a un mal día o incluso a una temporada de menor entendimiento. Luego, en muchos casos, se reconducía la relación, que incluso salía fortalecida. Hoy en día, en cambio, parece que los sentimientos se han vuelto extremadamente volátiles. Un par de malentendidos o unas cuantas discusiones pueden acabar, en muchos casos, con la unión más sólida. En este sentido, la enorme oferta de relaciones en intenet contribuye a la dispersión. El amor se presenta como un producto de consumo y, si uno no está satisfecho con el que tiene en casa, simplemente puede adquirir otro fuera de ella.
Nada de esto ayuda a profundizar en el amor ni a construir lazos fuertes a partir de la responsabilidad, un valor muy bien expresado en un célebre pasaje de El principito, de Saint-Exupéry:
“Adiós –dijo el zorro–. He aquí mi secreto. Es muy simple: no se ve bien sino con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos.
–Lo esencial es invisible a los ojos– repitió el principito, a fin de acordarse.
–El tiempo que perdiste por tu rosa hace que tu rosa sea tan importante.
–El tiempo que perdí por mi rosa…– dijo el principito, a fin de acordarse.
Los hombres han olvidado esta verdad –dijo el zorro–. Pero tú no debes olvidarla. Eres responsable para siempre de lo que has domesticado. Eres responsable de tu rosa.”

3 comentarios:

  1. Paciencia, divina virtud. A ver si todos nos aplicamos el cuento y no tiramos la toalla tan pronto delante de la adversidad, las complicaciones o los malentendidos. Que podamos recordar siempre que somos responsables de lo que domesticamos y que en la vida para todo y para que las cosas salgan bien hay que saber esperar. Con prisas y a lo loco nada sale bien pero con mucha paciencia y perseverancía se llega a las metas que uno se ha marcado. Es muy necesaria la paciencia para poder reflexionar y si nos hemos equivocado saber pedir perdón y seguir nuestro camino. Al que sabe esperar todo le llega. Saludos a todos y me ha encantado el trocito del Principito. Cuanta verdad hay en ese libro. Gracias por hacernos recordar que debemos ser pacientes en nuestras vidas y no tirar la toalla a la primera de cambio. Bonito mensaje el de hoy solo hace falta ponerlo en practica.

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  2. La paciencia es la madre de todas las ciencias

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  3. Siendo pacientes, alcanzaremos lo esperado, porque la paciencia es la esperanza de lo que vendrá en nuestra vida,una vez que tengamos fe y trabajemos por ello...

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