El Parque del Alamillo ocupa 47 hectáreas de la zona norte de la Isla de la Cartuja, una franja de tierra comprendida entre los cauces antiguo y nuevo del río Guadalquivir que fue recuperada para la ciudad con motivo de la celebración de la Expo’92. Simultáneamente a la construcción de la Exposición Universal, la Junta de Andalucía puso en marcha un proyecto destinado a crear un gran parque urbano, que recrease el paisaje natural del bosque mediterráneo pero que estuviese, a la vez, perfectamente equipado para garantizar la comodidad de sus usuarios.
Así se llegó a lo que es hoy día el Parque: un gran espacio verde compuesto por especies autóctonas, que reproduce los diferentes ecosistemas de los bosques mediterráneos. Si los promontorios fuesen montañas y las depresiones vaguadas, encontraríamos la misma vegetación que en un bosque real, según la altura, la orientación al sol de las laderas o la proximidad al agua.
El Parque fue inaugurado y abierto al público el 12 de Octubre de 1993. Dentro de este entorno natural, encontramos instalaciones que nos permiten disfrutar aún más del contacto con la naturaleza: varios kioscos y merenderos, columpios, servicios, alquiler de bicicletas... además de un gran equipo humano permanentemente dispuesto a cuidar del Parque del Alamillo y, por supuesto, de todos sus usuarios.
Las actividades son el motor que mueve al Parque del Alamillo para el cumplimiento de su tarea, un Parque claramente orientado a sus usuarios, que son su principal preocupación, y que se ofrece como un espacio activo, que continuamente realiza propuestas al área metropolitana, a sus habitantes y a los colectivos ciudadanos que actúan en ella.
Esta programación no busca únicamente a entretener a los visitantes. Todas las actividades van dirigidas a fortalecer y cualificar la relación de los usuarios con el Parque, de forma que todos ellos se vean reflejados en las mismas, fomentando sus actitudes más positivas hacia el medio ambiente y hacia los demás usuarios.
Pero de todos los visitantes, los niños son los usuarios más queridos. El niño, el ciudadano del futuro, el representante de una generación más formada que la nuestra para el uso y disfrute de lo colectivo. El Parque del Alamillo programa actividades específicas para los más pequeños que pretenden actuar como su complemento educativo. La educación en su sentido más amplio, el que va desde lo complementario a la formación escolar, hasta la puesta en valor de aspectos de la educación ciudadana y conceptos como la solidaridad, la responsabilidad, el respeto, etc.
También son ya conocidas y naturales las relaciones que el Parque del Alamillo ha establecido con organizaciones de scouts, ecologistas, relacionadas con la naturaleza, ONGs, confesiones, deportistas, colectivos de trabajadores, artesanos, universidad, fundaciones, organizaciones ciudadanas en general... Además, se han desarrollado actos y campañas institucionales de la Junta de Andalucía, Diputación, Ayuntamiento de Sevilla, fundaciones públicas, comisiones ciudadanas, etc.
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