La importancia del ejercicio físico es fundamental para mantener nuestro organismo alerta ante las intromisiones o males que amenazan nuestra salud. De esta manera, mantenerse físicamente activo puede ayudar a disminuir las enfermedades asociadas al envejecimiento celular, al tiempo que garantiza un estilo de vida independiente entre las personas mayores, así como una contribución importante que mejora la calidad de vida, según datos recogidos por un estudio realizado por la Clínica Mayo (Minnesota, EEUU), publicado la revista 'Mayo Clinic Proceedings'. El estudio señala que caminar rápido todos los días es beneficioso para mantener la presión sanguínea en buen estado, incrementar la fuerza muscular de las piernas y aumentar la capacidad de ejercicio en personas de mediana edad. El estudio se efectuó a través de tres grupos de población adulta con edades medias de 63 años. En él, participaron 60 hombres y 168 mujeres. El primer grupo realizó las pruebas a un ritmo pausado, el segundo a ritmo moderado y el tercero más pronunciado. Los expertos observaron que los miembros del tercer grupo, obtuvieron mejoras en la capacidad aeróbica y en la fuerza muscular lo que demuestra que un estilo de vida activo previene la degradación física prematura y es favorable para la salud. El estudio incide en la importancia de realizar ejercicio físico de baja intensidad aunque continuado, porque puede tener los mismos resultados que el que se realiza a mayor ritmo. De este modo, tendría los mismos beneficios para la salud correr 30 minutos en el gimnasio que andar 30 minutos por la calle. Asimismo, los expertos señalan que la acción de caminar es un ejercicio mucho más accesible que la actividad física de alta intensidad, tanto en el nivel de tolerancia como en el coste.
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