Hasta ahora has considerado el exceso de peso como un problema y para resolverlo te has centrado en el problema. Centrarse en un problema es cerrarse, es enquistarse en el propio problema. Existen dos formas de enfrentarse a una situación que nos perjudica: podemos centrarnos en el problema, o podemos centrarnos en los objetivos. Si nos centramos en el problema (“estoy gordo y no quiero estar gordo”) lo más probable es que nos quedemos sin salidas, sin opciones. Centrarnos en el problema nos llevará a buscar únicamente dejar de estar gordo. Por eso la mayor parte de las dietas fracasan, porque toda la energía se basa en “dejar de tener ese problema”. Si yo te digo “no pienses en que estás gordo”, lo que va a hacer tu cerebro para entender la frase será pensar en que estás gordo. Sin embargo, si yo te digo “piensa en tu cuerpo ideal”, tu cerebro va a pensar en lo que quieres, no en lo que no quieres-
Por lo tanto es muy diferente si nos centramos en el objetivo: “no quiero estar gordo” no significa lo mismo para el cerebro que “quiero tener un cuerpo saludable”. ¿Ves la diferencia? En el primer caso nos quedamos bloqueados, mientras que en el segundo caso se nos presentan montones de recursos y opciones, recursos y opciones que ya posees y que lo único que tienes que hacer es activar para que te lleven a tu objetivo..
Cumpliendo la Dieta sin Decepciones, sin Ansiedad, sin Sufrimiento.
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