Muchos de nosotros tenemos una vida ajetreada, con una agenda que cambia a medida que pasa el día y al final, entre el cansancio y el estrés, lo que queda descartado termina siendo el ejercicio físico, tan fundamental para estar en forma. Los expertos recomiendan un mínimo de 1 hora de ejercicio físico diario, algo que muchos de primeras verán imposible.
Pero ese tipo de ejercicio no tiene por qué ser estar corriendo en una cinta en un gimnasio, o nadando sin parar. Simplemente, por ejemplo, andando a un ritmo más alto de lo normal durante 45 minutos o una hora al día conseguiremos ese objetivo.
Puede parecer difícil pero en realidad es cuestión de tener hábito, y aprovechar para hacer ciertas tareas a la vez. Con ayuda de herramientas como Google Maps podremos calcular fácilmente qué ruta a pie por nuestra ciudad, donde seguro tendremos algunos senderos específicamente habilitados para ello.
Además para andar simplemente necesitaremos un calzado cómodo, ahorrándonos quebraderos de cabeza sobre qué ponernos o si comprar equipamiento deportivo. Andar ayuda a controlar los niveles de colesterol, obesidad e hipertensión arterial, además de ayudar a prevenir la osteoporosis.
Además, andando por ejemplo el mismo tiempo a 7.5 kilómetros por hora quemamos más calorías que corriendo a 10 kilómetros por hora, por el simple hecho de que el número de músculos implicados es mayor andando.
Esa hora podemos aprovecharla simplemente para nosotros, para llevarnos nuestro reproductor de música y escuchar nuestra banda favorita o algún podcast, para hablar con alguien por teléfono o simplemente desconectar de todo, pues andar aumenta la sensación de bienestar y disminuye el estrés y la apatía. ¿Qué más pedir?
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