miércoles, 10 de junio de 2009

LA SUPERFICIE SOBRE LA QUE CAMINAR


Una superficie llana, firme, es importante para caminar mejor, para evitar constantes variaciones en la velocidad y el ritmo. Por ello deben buscarse caminos reforzados.

Una concentración constante en las variaciones del terreno dificultaría que la mente lograra "desconectar" y que nos liberáramos de nuestra vida cotidiana. No resultan apropiados ni los caminos de piedras ni los de arena blan
da, también por el peligrode posibles lesiones.

Resultan ideales los caminos forestales acondicionados, suaves como alfombras, tal y como se encuentran en los pinares o en el otoño, cubiertos por una capa de hojas secas y bien aireadas.

También es altamente recomendable la arena compacta, tal y como se encuentra en la orilla de las playas. En ella deberíamos caminar descalzos y disfrutar del agradable y suave masaje en nuestros pies.

Al caminar vale la pena escuchar a la
naturaleza, los sonidos de las hojas de los árboles movidos por el viento o la gran variedad de cantos de los pájaros ,o el sonido de las olas y el sentir la brisa del mar si andamos por la playa, mientras caminamos suave y animadamente a un ritmo regular. Tratemos de concentrarnos en nosotros/as mismos/as, sintiendo cómo corre el aire por nuestro cuerpo y cómo le fluyen nuevas energías. Abramos alma y mente, fundámonos con lo que nos rodea. De este modo, caminar se convertirá, para nosotros/as, en una vivencia inolvidable.


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