A todas las mujeres embarazadas se les recomienda practicar algún tipo de ejercicio físico para estar en forma, ya que el parto supone un extraordinario esfuerzo físico. Sin duda, caminar también es muy beneficioso durante el embarazo, aún recordamos los largos paseos que dábamos esperando el feliz acontecimiento.
Las futuras mamás que antes de quedarse embarazadas realizaban alguna actividad deportiva, pueden continuar con ella si el médico no ve ninguna posible contraindicación. Pero también puede existir el caso contrario, las mujeres que no hacían ninguna actividad física antes del embarazo, en este caso no es recomendable empezar a realizar deporte bruscamente, pero en su lugar, sí se debe caminar.
En un principio, todas las embarazadas pueden caminar siempre y cuando no exista alguna contraindicación y el ginecólogo mande reposo absoluto. Caminar comporta muchos beneficios para la salud, desde facilitar la circulación sanguínea hasta relajar tensiones.
Es muy saludable dar largos paseos por la orilla de la playa o por un bosque llano, evitando siempre los terrenos accidentados para prevenir posibles caídas y tropezones a causa de la torpeza durante el embarazo. Si estás en la ciudad, el mejor lugar es un parque, buscando que no haya aglomeraciones de gentío y la menor contaminación posible a causa del tráfico.
Cuando no se está acostumbrada a caminar, conviene empezar poco a poco, una sesión inicial de ½ hora alternado los días e ir aumentando la duración hasta llegar a un paseo diario o como mínimo, lo que recomiendan los especialistas, cuatro paseos por semana. La duración ideal de estos paseos debería ser de una hora, pero sin que aparezca el cansancio.
Un buen estado físico y psíquico de la futura mamá, favorecerá adecuadamente al bebe por nacerSegún leemos en EuropaPress, un estudio del Instituto de Salud de Mujeres y Niños del Hospital Townsville en Queensland (Australia), acaba de demostrar que mantenerse de pie o caminando acorta la primera fase del parto y permanecer tumbada ralentizar su marcha.
Los investigadores descubrieron que la primera fase del alumbramiento era mucho más corta para mujeres que se mantenían de rodillas, de pie, caminando o sentadas erguidas que para aquellas que estaban acostadas.
Los investigadores utilizaron 21 estudios realizados en países desarrollados desde la década de los 60 en los que habían participado 3.706 mujeres. Descubrieron que en la primera fase del parto se reducía hasta una hora en aquellas que se mantenían en posturas erguidas en comparación con las que estaban tumbadas.
Según explica Annemarie Lawrence, responsable del estudio, “en la mayoría de países en desarrollo, las mujeres se mantienen de pie o caminando si lo desean durante las primeras fases del parto sin que esto las enferme. Esta revisión demuestra que existen beneficios sin riesgos en mantenerse de pie o en movimiento durante la primera etapa del parto”. Lawrence añade que según estos resultados se recomienda que las mujeres sean animadas a utilizar cualquier posición que consideren más cómodo pero que se las advierta de que eviten tumbarse.
Los investigadores subrayan que se necesita mas información para comprender cómo las posiciones del parto se asocian a los niveles de dolor, control y satisfacción entre las mujeres que están dando a luz.
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